sábado, 27 de noviembre de 2010

Historia del español arrepentido (Para José Tomás)

Y de cómo mi vida se amarga sin poder yo evitarlo


Partimos desde la Europa
Liderados por Valdivia
Trabajando día a día
Dirigiendo nuestra tropa.
Mi caballo a la galopa,
Agotados por el viaje
Paramos bajo el follaje
Preparando la conquista
Bajo una rutina estricta
Movemos nuestro equipaje.

Vimos a los indígenas,
Una tribu escandalosa,
Sus miradas peligrosas
-Valentía en nuestras venas-.
Y sacamos las cadenas
Amarramos a los hombres
No recuerdo ni sus nombres
Las mujeres maltratadas
Golpeadas y acuchilladas
Sometidas por azotes.

Agarré a unos prisioneros
Los dejé cerca del río
Pero sentía un vacío
Y les dije muy certero:
“Os prometo que no quiero
Provocarles más heridas.
Mi alma está arrepentida,
Perdónenme por el daño,
Me siento como un extraño
En este cuerpo sin vida”.



Nicolás Silva Torres

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