sábado, 27 de noviembre de 2010

Confesiones de un español arrepentido

Y de cómo vivo cada jornada sin poder acostumbrarme

Sentir esto cada tarde
Es una muestra de poder
Y después al anochecer
Me siento todo un cobarde
En este infierno que ya arde.
No sé cómo poder cambiar
Esta manera de tratar
Al poblador indígena
Que trabaja de la arena
Pues, no debemos abusar.

Obligando a lavar oro
Es mi manera de vivir
Hasta me cuesta sonreír
De a poco me deterioro.
Esto pasa por el oro
Que necesita el español
Que va y se oculta bajo el sol,
No es manera de tratarlos
Sólo quiero ayudarlos
Ya no puedo con este rol.

“¡Sigue trabajando esclavo!”
Se les grita todo el día
Sin un poco de alegría
Él dice “El oro yo lavo”
Y entre sus piernas el rabo.
Esperando que haya un cambio
En el trato con el indio
Sólo sigo la corriente
Como el resto del a gente
Aguantándome el cansancio.





Javier Zelada

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